La familia y el colegio son la primera y más importante fuente de información para la evaluación de las dificultades comportamentales y los trastornos de los niños.
En una primera fase se realiza una descripción del problema:
Qué ocurre, cuál es su comportamiento, desde cuando ocurre, cuánto perturba el problema la vida normal del niño, a su desarrollo, a su rendimiento académico…
Cuánto y de qué manera perturba el problema a la vida familiar y en el ámbito escolar.
Cómo lo manejan los padres y los profesores.
Y otros datos importantes sobre acontecimientos vitales: estado de salud, accidentes, cambios en la vida del niño, nacimiento y/o muerte de familiares, cambios de colegio, enfermedades de alguno de los padres, clima familiar…